Hungría es uno de los países más antiguos de Europa. Con alrededor de
10.000.000 de habitantes.
Sus pintorescos castillos y fortalezas distribuidos en todo el país,
junto con preciosos valles, montañas, ríos y lagos, y un importante centro
comercial en Budapest, atraen un valioso flujo turístico durante todo el
año.
Pero a su vez en el área espiritual trae una atadura de más de mil años lo
que hace que mucha gente viva triste y amargada; que no sepa expresar sus
sentimientos y que viva atemorizada de lo que pueda decir o hacer. Aún dentro de
las iglesias evangélicas hemos experimentado la falta de confianza entre los
propios miembros, por temor a ser traicionados o acusados; a pesar de que hacen
20 anos, se está viviendo en una total democracia.
En la actualidad aún experimentamos que la iglesia no aprovecha totalmente
la libertad que tiene para predicar el Evangelio, y esto hace que hayan surgido
muy rapidamente toda clase de sectas y religiones.
Existen miles de mezquitas por toda Europa en las que las congregaciones son más
numerosas que las de las iglesias, en esta nación esto aún no es tan visible.
El objetivo principal con el que Dios nos envió a este país era que les
anunciáramos que Él tenía preparado un avivamiento sobre las Iglesias de Hungría
y que se tenían que preparar para ello. Ya vemos una brisa suave pero aún falta
el viento recio sobre esta nación.
Oramos y trabajamos por la unidad de la Iglesia, mas allá de las barreras
denominacionales. Y desde hace cuatro años Dios nos llevó a plantar iglesias en
dos ciudades: Pusztaszabolcs e Izsák, con la esperanza que Dios obrará y que
estas ciudades, más otras, reconocerán que Jesucristo es el Señor.
Si sientes en tu corazón el amor de Dios por esta nación, no dudes en
ponerte en
contacto con nosotros.
Apoya en oración, ofrenda, escríbenos o ven a servir, para que muy
pronto la promesa de Dios se haga realidad.
José
y Elisa Német
Misioneros en Hungría
(A.C.M.A. - Argentina)
" Mas vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a luz admirable." 1* Pedro
2:9